Hola soy María Albaladejo, directora de El Recreo. Soy mujer, nieta, hija, sobrina, hermana, tía, novia, amiga, terapeuta y vividora. La Arteterapia me ha enseñado, entre otras muchas cosas, a vivir de verdad, a disfrutar cada minuto, a estar en el presente, a amar la realidad, a hacer las paces con la niña enfadada que llevaba dentro.
Gracias a mi camino de crecimiento personal he vuelto a jugar, a pintar, a bailar, a tontear, a disfrutar y al mismo tiempo, me he convertido en una mujer que se ama y, amándome de verdad, amo sanamente. Yo, que vivía en el centro de Madrid, trabajaba en televisión y jamás miraba el cielo, hoy vivo en la huerta de Murcia, tengo un precioso centro de creatividad y crecimiento y contemplo todos los días las estrellas.
Decidí embarcarme en la aventura arteterapeútica porque sentí que era el momento de ocuparme de mí, quería contactar con mi más profunda esencia ya que el ritmo de mi propia vida me había hecho perderme y desconocer quién era.
Hace años, me metí en el Centro de Arteterapia y Terapia Gestalt de Madrid y comencé la formación de Arteterapia Humanista. La verdad, yo no sabía lo que era el crecimiento personal, no sabía lo que era la Gestalt, no sabía NADA de nada. Comencé la formación por un impulso de mi corazón, fue mi instinto el que me llevó hacia ahí y, a día de hoy, se lo sigo agradeciendo cada día.
Las palabras son siervas de nuestra mayor enemiga, o por lo menos de la que ha sido mi peor enemiga: mi cabeza. Mi mente, esa dama exigente que tan sometida me tenía, diciéndome todo el rato lo que me gustaba, lo que no me gustaba, quién era, cómo tenía que actuar, a quién tenía que complacer.
Mi ama nunca, nunca tenía suficiente, me tenía sometida, porque jamás fui suficiente perfecta para ella. Sin embargo cuando coges tu cuaderno y tus ceras, cuando tus manos están cubiertas de arcilla, cuando te pones en la piel de otro a través del teatro, a nadie le importan las palabras porque no es lo mismo decir qué sientes, que dibujar qué sientes. Qué sientes puede ser una raya azul en medio de un folio de dos por dos metros y de repente llega un día en que miras esa raya azul y te echas a llorar. Ese día te abrazas, te comprendes y empiezas a entenderlo todo poco a poco. Nada vuelve a ser lo mismo después de esa raya azul.
Yo tuve la mejor Maestra que se puede tener, Elvira Gutierrez (1950 – 2016). Gracias a ella, amé tanto la Arteterapia, que decidí trabajar duro para poder traer la formación a Murcia. Me hace sentir afortunada, seguir transmitiendo su legado.
Hoy te invitamos a que te armes de ceras y bloc y empieces a cambiar lo que siempre has querido cambiar.
Texto de María Albaladejo y fotografías de Isabel Núñez Penalva
Muy pronto comenzamos una nueva promoción de nuestra Formación de Arteterapia Humanista.
Más información en info@elrecreo.org, en el 673 77 19 55 o pinchando en este enlace: